105 mm - ISO 100 - f: 8 - S: 1\125 seg
Cuesta salir a hacer fotos esos días en los que nada más subir la persiana de casa te encuentras con que la niebla lo envuelve todo, pero bajas. Cuesta, cuando al llegar al coche los cristales están congelados y tienes que rascar, pero subes. Cuando por el camino ves que el termómetro no deja de bajar, -1, -2, -4, ... pero vas. Y cuando llegas...
Lo cierto es que en fotografía de naturaleza no siempre uno más uno es igual a dos, y muchas veces la meteorología o la propia naturaleza no quiere expresarse en toda su plenitud, pero otras, nos regala imágenes espléndidas que recompensan todas esas "penurias" que en ocasiones la envuelven. Frío, nieve, niebla, lluvia y viento suelen ser artífices de momentos únicos e irrepetibles que nos perderíamos de preferir el calor de nuestra casa. Y es cierto que muchas veces salimos para regresar sin un gran botín, pero las que lo conseguimos compensan sin duda esas otras en las que volvemos con las manos vacías.
En un día de invierno en el que había quedado con un amigo para ir a la zona de las Ubiñas y La Mesa, en Asturias, al levantar las persianas de casa veo que la niebla lo domina todo y que hay una cencellada espectacular. Es hora de cambiar de plan. Siempre había querido ir con esas condiciones a un bosque y unas lagunas que hay en la provincia de Zamora, pero no sabía si la situación meteorológica sería la misma. Afortunadamente hoy en día tenemos un montón de herramientas para estas cosas. Busque en webcams cercanas a esa zona y todo parecía estar de forma similar. Momento de ponerse en marcha.
La niebla y el hielo aguantaron todo el día y eso hizo que pudiésemos disfrutar tanto del bosque como de las lagunas con tranquilidad. Tengo cientos de fotos de la jornada pero esta de las lagunas describe perfectamente lo que nos encontramos. La composición es muy simple y lo único que hice fue bajar un poco del centro la línea del horizonte para aumentar en mi opinión esa sensación de vacío y soledad.
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