Cuando un arroyo atraviesa un hayedo deja tras de sí un reguero de imágenes que, sobre todo en otoño y primavera, permiten al viajero disfrutar de la fotografía con mayúsculas.
Este es el caso de un hayedo perdido en el Parque Regional Montaña de Riaño, en León, en el que cada pequeño salto que da el agua en su descenso, es un oportunidad para el fotógrafo. Es el hayedo de Argovejo y está situado a unos 40 min caminando desde el pueblo, eso sí, siempre en continuo ascenso.
El lugar parece fabricado por las hadas, hileras de agua entre grandes rocas recubiertas de musgo y hayas retorciéndose hacia el arroyo y pareciendo protegerlo, no se puede pedir más.
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