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Mostrando las entradas etiquetadas como España

Invierno

105 mm - ISO 100 - f: 8 - S: 1\125 seg Cuesta salir a hacer fotos esos días en los que nada más subir la persiana de casa te encuentras con que la niebla lo envuelve todo, pero bajas. Cuesta, cuando al llegar al coche los cristales están congelados y tienes que rascar, pero subes. Cuando por el camino ves que el termómetro no deja de bajar, -1, -2, -4, ... pero vas. Y cuando llegas...  Lo cierto es que en fotografía de naturaleza no siempre uno más uno es igual a dos, y muchas veces la meteorología o la propia naturaleza no quiere expresarse en toda su plenitud, pero otras, nos regala imágenes espléndidas que recompensan todas esas "penurias" que en ocasiones la envuelven. Frío, nieve, niebla, lluvia y viento suelen ser artífices de momentos únicos e irrepetibles que nos perderíamos de preferir el calor de nuestra casa. Y es cierto que muchas veces salimos para regresar sin un gran botín, pero las que lo conseguimos compensan sin duda esas otras en las que volvemos con las ma

En busca del alpenglow

100 mm - ISO 100 - f: 8 - S: 1\25 seg El alenglow en un fenómeno óptico que se produce algunos días en el horizonte opuesto al sol y que puede darse justo antes del amanecer, o justo después del atardecer. Se trata de esa banda rojizo-magenta que tiñe de color el cielo y las montañas en días completamente despejados.  Suele ser bastante efímero, por lo que si queremos aprovecharlo deberemos estar preparados en la localización elegida y con la cámara en la mano (o sobre un trípode) cuando el sol se ponga en el horizonte.  En lugares llanos (como en la foto de portada), tendremos gran parte de la franja del horizonte teñida de un degradado de púrpura a azul, mientras que en zonas de montaña (fotos de abajo) veremos esa última luz iluminando las cimas después de ponerse el sol. Llevaba mucho tiempo intentando fotografiar con esas condiciones unas pequeñas lagunas estacionales que existen en Zamora cerca de mi pueblo, pero siempre que me acercaba ese momento especial nunca llegaba. Además,

Los bufones de Pría

24 mm - ISO 100 - f: 8 - S: 5 seg - Filtro ND Labrados por la erosión del agua del mar y la lluvia, los bufones son una especie de chimeneas en el interior de la roca caliza que conectan el océano con la parte superior de los acantilados. Con el mar en calma son poco más que una especie de silbatos por donde resuenan las olas, pero cuando hay temporal la fuerza del mar hace ascender el agua a través de ellos y la expulsa hacia el cielo cual géiseres en acción. Pero los bufones no son el único atrayente del lugar, a ambos lados de la playa de Guadamía se alzan los que para mí son los acantilados más fotogénicos de Asturias. Del lado derecho los bufones más grandes y por el izquierdo los llamados Acantilados del Infierno.  He estado en este lugar varias veces pero hasta ahora nunca lo había hecho con temporal, y la verdad es que cambiaría atardeceres o amaneceres por días así, en los que la naturaleza se muestra con todo su poder. Donde quiera que mires tienes una fotografía interesante,

El hayedo de Argovejo

24 mm - ISO 100 - f: 8 - S: 5 seg - Filtro ND Cuando un arroyo atraviesa un hayedo deja tras de sí un reguero de imágenes que, sobre todo en otoño y primavera, permiten al viajero disfrutar de la fotografía con mayúsculas. Este es el caso de un hayedo perdido en el Parque Regional Montaña de Riaño, en León, en el que cada pequeño salto que da el agua en su descenso, es un oportunidad para el fotógrafo. Es el hayedo de Argovejo y está situado a unos 40 min caminando desde el pueblo, eso sí, siempre en continuo ascenso. El lugar parece fabricado por las hadas, hileras de agua entre grandes rocas recubiertas de musgo y hayas retorciéndose hacia el arroyo y pareciendo protegerlo, no se puede pedir más.

Un bosque singular

24 mm - ISO 100 - f: 8 - S: 1\40 seg Se dice que muchas veces recorremos el planeta buscando esos lugares que Instagram ha vuelto virales, queriendo tomar imágenes espléndidas de localizaciones espectaculares sin siquiera observar lo que tenemos a la vuelta de la esquina, o incluso enfrente de casa. Con esto no quiero decir que no viajemos a esos destinos, sino que no nos olvidemos que siempre tendremos cerca pequeños rincones para disfrutar. Existe en la provincia de Zamora un bosque de árboles centenarios que en días de niebla se vuelve un lugar mágico. Se encuentra en San Pedro de Ceque, al final de un sendero que parte desde el pueblo, y atraviesa, en trazado circular, un monte mediterráneo de encinas que se convierten, recorridos tres km desde el inicio, en monumentos naturales que conforman un bosque que más bien podría ser un museo. Un paraje que te invita a caminar entre sus encinas buscando diferentes encuadres para intentar que lo que sientes en él quede plasmado en tus imáge